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Campo térmico vs el tiempo.  Tomado de Hermann Haken:  La sinergia: ¿Cuáles son los principios básicos de la auto-organización en la naturaleza?. 10 Natura, Dissey I Innovació, 1994

La cuántica de los conflictos sociales

Teoría del láser

Publicado: 2015-05-05


Como economista veo con preocupación el avance cada vez mayor de los conflictos sociales y la poca o nula respuesta a la luz de los resultados, a pesar de los intentos, desde las Ciencias Sociales. Hay mayores logros en la prevención que en el manejo de conflictos, aunque las estrategias siguen erróneamente apuntando a lo segundo desde enfoques convencionales.

Es evidente que las CC.SS no han dado una respuesta adecuada al problema por lo que hay que buscar apoyo en otras ciencias, y abordar el tema desde otra perspectiva. En ese sentido la Física tiene siempre algo que decir, y su desarrollo permanente es estimulante a cualquier investigador.

Empecemos entendiendo que los conflictos sociales son un fenómeno complejo, así como debemos entender que “son las interacciones entre individuos las que producen la sociedad; pero es la sociedad la que produce al individuo” (Morin, L’intelligence de la complexité , editado por L’Harmattan, París, 1999.). Esto es, el producto es al mismo tiempo el productor.

Un fenómeno complejo se entiende a partir de un pensamiento complejo, “pensamiento capaz de unir conceptos que se rechazan entre sí y que son desglosados y catalogados en compartimentos cerrados” por el pensamiento no complejo. No se trata de rechazar lo simple, se trata de verlo articulado con otros elementos; es cuestión de separar y enlazar al mismo tiempo. Se trata pues, “de comprender un pensamiento que separa y que reduce junto con un pensamiento que distingue y que enlaza” (Morin, ibíd.).

Un concepto vinculado a lo anterior es el de la Teoría del Caos. Según principios de la física clásica de Newton, una causa definida tiene un efecto específico, y se demostraba siguiendo una ecuación lineal. De ahí que los resultados eran reproducibles y transferibles a otros sistemas, es decir se podían generalizar. Ello sin embargo no se da en sistemas no lineales que son los que dominan la naturaleza viva, como las relaciones sociales. A este sistema no lineal se le denomina, bajo ciertas características, la Teoría del Caos. “Una característica esencial de ecuaciones no-lineales es la retroalimentación. La retroalimentación positiva (o iteración) matemáticamente significa que partes de la ecuación se multiplican consigo mismas, entonces el resultado dependerá fuertemente de las condiciones de arranque” (http://www.dolor-pain.com/foro/auto.html). Es por ello que un mínimo cambio en las condiciones iniciales llevaría al sistema en otra e impredecible dirección. Y, como debería ser claro, la naturaleza (incluyendo a los seres humanos) sigue estos principios caóticos de la no-linealidad.

Dentro de esta perspectiva existen tres aspectos que deben ser analizados: “por un lado alude a una situación donde pequeñas causas generan grandes efectos, por otro lado alude a una situación que no podemos predecir: sabemos que el efecto puede ser muy grande, pero no podemos saber en qué consistirá, ni muchas veces cuándo, dónde o cómo ocurrirá; y en tercer lugar alude a una situación de descontrol: muchas veces no podemos ejercer un control de la influencia de la causa sobre el efecto” (http://www.dolor-pain.com/foro/auto.html).

La teoría del caos dentro de la línea de un pensamiento complejo nos lleva a la actual Teoría del Láser, útil en nuestra opinión para describir lo que acontece con los conflictos sociales desde la perspectiva de la Física teórica. El láser, que utiliza los efectos de la mecánica cuántica, no es sino la amplificación de luz por emisión estimulada de radiación.

Su manifestación “se caracteriza por estar compuesta de paquetes de ondas electromagnéticas que tienen todos la misma longitud de onda (monocromaticidad), la misma frecuencia de vibración y están en fase unos con respecto a otros (coherencia). Una fuente de radicación láser emite un haz de rayos luminosos que se propaga en una única dirección del espacio. La alta energía asociada al haz se puede concentrar, por tanto, en una pequeña zona del espacio” (José Luis Molpeceres Criado. Fundamentos físicos de la tecnología láser. pp. 2,3).

Según palabras del Físico Francisco De Zela de la PUCP “en la luz láser, lo que se logra hacer es “esclavizar” a los átomos para que emitan todos al “unísono”, es decir en forma concertada. Si fuera sonido en vez de luz, la emisión térmica sonaría como ruido, mientras que la luz láser sonaría como una nota pulsada en una cuerda de violín”.

Para lograr esa emisión “coherente” (continúa De Zela) “es necesario pasar un umbral que separa la emisión de luz térmica de la luz láser. Ello requiere un llamado “parámetro de orden” que imponga un comportamiento colectivo. A ese parámetro de orden contribuyen los átomos mismos: cuantos más átomos se sumen a él, más fuerte se vuelve el parámetro frente a un átomo individual. Hay así dos “fases” que se diferencian entre sí por la forma de comportamiento colectivo, el ordenado y el caótico.

En el régimen “caótico” en el láser, es donde la emisión de luz tiene características que se tornan impredecibles a partir de las “condiciones iniciales”. Esto es del orden total se pasa al desorden, o caos total.

Un sistema caótico en el láser “evoluciona de acuerdo con principios deterministas, pero variaciones muy pequeñas en las condiciones iniciales llevan su evolución a resultados muy diferentes. Y esta “impredictibilidad” es la que nos lleva a hablar de comportamiento caótico” (El láser como herramienta de conocimiento de la dinámica no lineal y la ruta al caos. Universitat de Valencia).

A partir de lo señalado anteriormente, y a la luz de los resultados hasta la fecha, podemos establecer un paralelo con los conflictos sociales. Se trata de fenómenos complejos, que de situaciones más o menos estables se pierde el orden y se pasa a situaciones caóticas por la forma del comportamiento colectivo, situaciones casi nunca predecibles en cuanto a la causa real, al momento en que se da, a cómo se da, en dónde se da y a su duración, y los efectos del conflicto están asociados a la situación inicial y a una alta sensibilidad a las acciones que se toman, de las que a su vez se sabe muy poco lo que puedan ocasionar.

Lo que se observa en la realidad en cuanto a los conflictos sociales es que “hay desórdenes e inestabilidades momentáneas, pero todo retorna luego a su cauce determinista. Los sistemas son predecibles, pero de repente, sin que nadie sepa muy bien porqué, empiezan a desordenarse y caotizarse (periodo donde se tornarían imposibles las predicciones), pudiendo luego retornar a una nueva estabilidad” (Universitat de Valencia)

Las Ciencias Sociales con sus análisis simples de causa efecto por más intentos, en este tema al menos, se han quedado cortas, fenómenos complejos requieren de pensamientos complejos. Consecuentemente a partir de lo que se desprende de la física y de lo que se puede aprender de ella, en el sentido que la evolución temporal del láser y su sensibilidad a las diferencias en las condiciones iniciales permiten comprobar el comportamiento caótico, se debe apuntar a investigar porqué ocurren estas inestabilidades en los conflictos sociales, porqué el orden puede llevar al caos y viceversa, y conocer también si dentro del mismo caos hay igualmente un orden.

Cambiemos el paradigma en cuanto al enfoque en investigación, docencia y manejo de los conflictos sociales. El camino recién empieza.


Escrito por

Carlos Figueroa Asencios

Máster en Investigación para el Desarrollo Universidad Complutense de Madrid. Economía PUCP. Gerencia del Desarrollo JPAL, INDES. Docente UP


Publicado en

La riqueza de las pasiones

Artículos de opinión sobre Economía, Política Social, Desarrollo y Medio Ambiente. Economista de la PUCP, amante de la música y la natación.